Microblading y micropigmentación
El crecimiento y popularidad de estas técnicas de microblading y micropigmentación se está extendiendo de una manera positiva en nuestro sector. Tanto, que a veces hasta los propios profesionales no sabemos enumerar las virtudes de cada una.
En este pequeño artículo, vamos a hacer un resumen centrándonos en su “uso principal” que es el relleno, dibujo y perfilamiento de las cejas. Pero ambas técnicas también sirven para delinear ojos y labios.
Microblading, también llamado bordado de ceja a pluma y microstroking. Tiene su origen en el tebori, tatuaje tradicional japonés, y consiste en dibujar la ceja pelo por pelo a mano alzada y adaptándose al rostro de cada persona. Se realiza depositando un pigmento en la epidermis mediante una pluma especial.
Micropigmentación consiste en una micro implantación de pigmentos hipoalergénicos en la piel, mediante varias agujas mecanizadas, a través de la epidermis. Se pueden realizar tanto trazos muy finos, simulando el pelo, como hacer rellenos de zonas poco pobladas.
Ambos procedimientos se consideran semipermanentes ya que el pigmento es insertado en la capa subdérmica, donde existe renovación celular, y por tanto las partículas de pigmento se van degradando con el paso de los años.
¿Entonces, cuál es la diferencia entre microblading y micropigmentación?
En el caso del Microblading, la duración media del tatuaje semipermanente suele ser entre un año y año y medio, ya que la cantidad de pigmento que insertamos en cada trazo es menor que en la Micropigmentación que, al realizar trazos continuos, deposita mayor cantidad y suele tener una duración de entre dos y tres años. Es imposible concretar una duración exacta de cualquiera de las dos técnicas ya que hay factores individuales que pueden hacer que dure más o menos tiempo.
El microblading se utiliza para dar una forma natural a la ceja, corregir la actual o tapar alguna pequeña cicatriz; mientras que la micropigmentación se utiliza más en caso de alopecia, despoblación o cicatrices de mayor tamaño, ya que su relleno con esta técnica es más homogéneo. Aunque con una buena destreza también se podrían realizar trazos similares al pelo.
Como conclusión, son dos técnicas que bien trabajadas son muy efectivas y la elección de una u otra solo va a depender del profesional que las trabaje.