Estudiar antes de comprar!
Las profesionales del sector de la estética muchas veces nos planteamos: ¿esta profesión vino a nosotras o nosotras fuimos a ella? Y es que somos de los pocos sectores que podemos “presumir” que nuestro trabajo es 100% vocacional. Además de tener la suerte de encontrarnos en una rama profesional en constante evolución.
Hace poco más de una década que estamos transitando la era tecnológica en estética, lo que ha significado un antes y un después en este mundo.
Esta evolución es la que nos sitúa en una integración a los cambios tecnológicos que avanzan cada día, a los que debemos adaptarnos para garantizar nuestra supervivencia en el sector.
Esto no quiere decir que tengamos todas las novedades del mercado en nuestro centro, pero sí que intentemos adaptarnos y tener el mayor conocimiento de estas.
Una de las situaciones más comunes es haber cursado los estudios de estética, sin haber estudiado nada referente a electroestética, o haberlo estudiado con tecnología que actualmente está en desuso.
Aquí, el problema surge cuando queremos incorporar una nueva tecnología en nuestro centro de la que solo hemos oído hablar o tenemos alguna vaga referencia. El desconocimiento de ésta se suma a la gran variedad que existe en el mercado, lo que nos provoca un verdadero quebradero de cabeza y nos sitúa en una posición débil a la hora de elegir correctamente la opción que mejor se adapta a nuestras necesidades.
¿Cuántas veces habréis mirado un Láser sin saber exactamente cual elegir?
Watios, Fluencia, Frecuencia, Julios, Spot …
¿En que influyen estos factores a la hora de mi decisión?
Cada centro tiene unas necesidades específicas y cada equipo es un mundo, por lo que un conocimiento previo te dará todas las herramientas necesarias para elegir con seguridad el equipo que mejor se adapte a tus necesidades, tus protocolos de trabajo y tu clientela.
A estas alturas tenemos claro que un mayor precio no siempre significa una mayor calidad. Pues lo mismo podríamos decir de las potencias o los tiempos de trabajo: no por trabajar a más potencia vamos a conseguir mejores resultados, del mismo modo que no por trabajar más minutos el tratamiento resultará más beneficioso.
Cuando hablamos de aparatología, además hay que sumar factores técnicos del equipo como potencia de salida (no de consumo), frecuencia de emisión, periodicidad de las sesiones…
Todos estos datos hay que tenerlos en cuenta a la hora de adquirir un equipo nuevo para aumentar la oferta de tratamientos en nuestros centros.
Pero también es muy importante tener claro qué buscamos.
Por ejemplo: un par de clientas me han preguntado por radiofrecuencia… me decido a incorporar una a mi centro… comienza mi búsqueda… !!!que jaleo!!! Monopolar, bipolar, multipolar…capacitiva, resistiva… 1MHZ, 448KHz… continua, pulsada… ¿Cuál es la mejor?
Amigas, ésta es la pregunta del millón.
Y la respuesta no sé si os va a gustar: DEPENDE.
Depende de para que la vayáis a usar: ¿reafirmación corporal?, ¿lifting facial?, ¿tratamiento lipolítico?, ¿regeneración tisular?, ¿tratamientos capilares?, ¿para todo?
Una radiofrecuencia es una radiofrecuencia, sí, pero dependiendo de la frecuencia de emisión, el modo de trabajo, la potencia de aplicación o la periodicidad de las sesiones, favorecerá más unos resultados u otros.
Depende del perfil de tus clientes: ¿edad?, ¿poder adquisitivo?, ¿Cuánto tiempo de media pasan en vuestro centro?
Depende de la competencia: ¿alguno de vuestra competencia cercana tiene este tipo de aparatología?
Cuanto más claro tengamos el uso que le queremos dar y más afianzados estén nuestros conocimientos sobre el equipo que queremos incorporar, más fácil nos será tomar la decisión entre una marca u otra.
Ya que nos hemos decidido a adquirir un equipo nuevo, tenemos que ser capaces de exprimirle al máximo: poder incorporarlo dentro de nuestros protocolos de trabajo y nuestra filosofía de empresa, crear nuevos tratamientos que aumenten nuestra oferta, conseguir resultados espectaculares y amortizarlo lo antes posible.
Apostar por la formación, nos aporta la seguridad para dominar la técnica, elegir el equipo más adecuado para nuestro caso y proporcionar el mejor servicio.
¡EL CONOCIMIENTO ES PODER!