La fotodepilación y sus diferentes técnicas: ipl y láser
La fotodepilación y sus diferentes técnicas: ipl y láser
La fotodepilación es un método de depilación definitiva que emplea la luz y que está en constante evolución. Se aplica con diferentes técnicas, como es la luz pulsada intensa (ipl) y el láser. Es importante que nosotros como profesionales de la estética siempre tengamos actualizados nuestros conocimientos sobre estas técnicas para ofrecer un servicio de máxima calidad a nuestros clientes. Así pues, debemos aprender cuáles son las principales diferencias entre ambos métodos, sus protocolos de trabajo, sus ventajas e inconvenientes y su combinación.
¡Vamos a conocerlos!
Método de luz pulsada intensa (ipl)
El método de la luz pulsada intensa (ipl) es muy popular y tienen su origen en 1994, fue aprobado ante la FDA en 1997. Consiste en realizar unos disparos de luz sobre la piel a través de una lámpara de xenón a una distancia entre 1 y 5 mm. Esta luz llega a la base del vello transformada en calor con una temperatura de hasta 70 ºC, lo que provoca que se vaya destruyendo progresivamente la raíz y por consiguiente el nacimiento del vello.
El láser
La depilación láser es la más antigua y es similar a la técnica de la luz pulsada intensa (ipl), porque también utiliza el calor que produce la luz que emite el láser para destruir sucesivamente el vello, pero se diferencia del ipl en que la luz es más uniforme y directa. Se utiliza un tipo de energía más concentrada que es atraída por un cabello específico en vez de dirigirse a varios a la vez.
¿Qué tienen en común las dos técnicas?
Ambas utilizan la energía de la luz transformada en calor para quemar la matriz germinativa del pelo para que no vuelva a salir. Las dos técnicas son efectivas para disminuir el crecimiento del vello hasta en un 95% y además ambas permiten realizar ajustes para adaptarse a las necesidades de cada paciente.
Diferencias entre ipl y láser
A pesar de que tanto la luz pulsada intensa (ipl) con el láser ofrecen los mismos resultados porque son las dos igual de eficientes para eliminar el vello de forma permanente, existen algunas diferencias entre ellas que vais a ver a continuación:
- El ipl cubre grupos grandes de cabello mientras que el láser va dirigido a un cabello en concreto, por lo que el láser es un método más rápido que el ipl.
- La luz pulsada intensa es una técnica más moderna que el láser, y por tanto es menos dolorosa e inocua. Hoy en día los equipos de láser incorporan cabezales refrigerados y la sensación de dolor es similar con las 2 técnicas. La luz pulsada puede resultar más “peligrosa” que el láser puesto que es más difícil de trabajar
- El ipl es un tratamiento más asequible que el láser por su menor coste económico, pero hay que tener en cuenta que puede requerir más tratamientos.
- El láser es más adecuado para pieles más oscuras (es más adecuado en pieles mas claras) y vellos más gruesos, mientras que la luz pulsada puede tratar más tipologías de piel.
- Y por último, el láser es más apropiado para tratar áreas más pequeñas, como la cara o la línea del bikini. Los láseres modernos tienen un spot de aplicación de mayor tamaño por lo que las zonas grandes también son rápidas de trabajar
- Podríamos decir que el láser es más apropiado en vellos gruesos y la luz pulsada en vello fino.
¿Qué método es el mejor?
Los profesionales de la estética tenemos que estar preparados para saber qué técnica es la más apropiada para cada cliente y conseguir así los resultados óptimos. Para ello, debéis tomar la decisión en función de su tipo de cabello y su tono de piel.
Conclusión Final
Las técnicas de fotodepilación avanzan con el paso del tiempo y es necesario formarse constantemente sobre ellas para poder garantizar a nuestros clientes un servicio satisfactorio. Tanto el ipl como el láser son eficientes para eliminar el vello definitivamente, pero se diferencian fundamentalmente en que el láser en un método más rápido (solo en tiempo por sesión, no en número de sesiones) y más preciso y que la luz, que es igual de “peligrosa” que el láser, incluso mal programada puede dar más riesgo de quemaduras, puede tratar más tipos de pieles. La elección de un método u otro depende de vuestro criterio como profesional, pero siempre teniendo en cuenta las características de la piel y las preferencias de vuestros clientes.