Criolipólisis, reacciones adversas
Comienza el verano y con su llegada, los tratamientos de grasa localizada en nuestros negocios. Una de las terapias más demandadas actualmente en los tratamientos corporales, es la criolipolisis, un tratamiento muy efectivo que basa su acción en la aplicación de frío controlado en la zona a tratar.
Cómo actúa la criolipólisis
El efecto desencadenado por este frío causa una apoptosis en las células grasas de nuestro cuerpo (adipocitos).
Las células adipocitas se encuentran en el tejido subcutáneo y son muy ricas en ácidos grasos saturados, lo que las vuelve especialmente sensibles al frío.
El resto de tejidos que se encuentran en el entorno de la grasa son pobres en lípidos, como los vasos sanguíneos, melanocitos, sistema nervioso periférico… Su temperatura de afectación celular es muy inferior y, por lo tanto, podemos afirmar que el procedimiento dispone de un amplio margen de seguridad.
Recomendaciones para trabajar la criolipólisis
Es importante recalcar que para llegar a la temperatura interna necesaria para la destrucción de los adipocitos, es imprescindible programar el equipo de criolipólisis a temperaturas que rondan desde los 0ºC hasta los -3ºC.
Como comentamos, el tejido interior no se ve afectado a estas temperaturas, pero la piel, al estar en contacto directo con el manipulo, que alcanza temperaturas bajo cero, puede sufrir quemaduras por congelamiento.
Por lo tanto es imprescindible y totalmente obligatorio utilizar durante el tratamiento de criolipólisis unas toallitas o membranas anticongelantes, o disponer de un gel anticongelante para criolipolisis y unas toallitas desechables para impregnarlas con dicho gel.
Estas irán depositadas en la superficie de piel donde vayamos a realizar el tratamiento asegurándonos de que sean más grandes y sobresalgan de la superficie del manipulo.
No son válidos los anticongelantes que se venden para otro uso diferente al estético.
Casos reales por quemaduras de criolipólisis
En este artículo os queríamos mostrar casos reales por quemaduras de criolipolisis, realizadas por una mala praxis (parámetros erróneos, mala colocación de los sistemas de protección anticongelantes, equipos sin revisiones periódicas…), para que sepáis cómo detectarlas fácilmente y proceder a su cura o enviarles al especialista adecuado.
Quemadura de tercer grado
Esta quemadura alcanza la capa de grasa que se encuentra debajo de la piel. Las zonas quemadas pueden quedar de color negro, marrón o blanco. Es posible que la piel tenga una apariencia coriácea. Las quemaduras de tercer grado pueden destruir los nervios, lo que ocasiona entumecimiento.
Cómo podemos detectarla
Si al quitar el manipulo notamos la zona con la piel endurecida, con elevación y cerosa, con un color amarillo, grisáceo o blanco, posiblemente se ha realizado una quemadura de tercer grado.
Para prevenir que esta posible quemadura vaya a más o empeore se aconseja no frotar en la zona, ni utilizar ningún tipo de calor seco en el área (secador, almohadilla caliente…). Si es posible, calentar las zonas “congeladas” con agua tibia, no caliente, durante aproximadamente 30 minutos
Protocolo de atención después del tratamiento de criolipólisis
Ponernos en pocas horas en contacto con nuestro cliente: contactar e intentar que acuda a nuestro centro en las horas posteriores a haberse realizado su sesión para poder realizar una diagnosis visual de la zona afectada.
Si no pudiera asistir personalmente que nos facilite fotos actualizadas sobre el área. Es importante observar si la zona presenta enrojecimiento y si el cliente siente dolor y entumecimiento en la zona.
Contacto a las 24 horas: si, pasado este tiempo, el cliente presenta en toda la zona afectada una o varias ampollas que resultan dolorosas al aplicar presión, deberá acudir a un profesional sanitario para que realice la curación de estas ampollas que podrían tener un aumento de tamaño en los siguientes días.
Mantener el contacto con nuestros clientes en las posteriores semanas: tras la desaparición de las ampollas, es posible que el tejido presente se encuentre enrojecido y con pústulas. Por lo que será necesario seguir acudiendo al personal sanitario para que haga las pertinentes curas.
El proceso de curación y cicatrización de este tipo de quemaduras es muy largo y lento y es muy posible que quede una cicatriz al haber tejido necrosado.
Quemadura de segundo grado
Este tipo de quemaduras, siempre tendrán que ser tratadas por personal sanitario. Se clasifican, a su vez, en superficiales y profundas:
Superficiales
Estas quemaduras no implican lesión en la capa regenerativa de la dermis, de manera que cicatrizan fácilmente con el tratamiento adecuado. La zona está enrojecida y se produce una acumulación de líquidos bajo las capas externas de la piel, que puede formar ampollas.
Profundas
Estas lesiones llegan a la capa regenerativa de la piel, en la dermis. No afectan ni a los folículos pilosos ni a las glándulas sudoríparas. Suelen manifestarse como manchas rojas punteadas sobre un fondo blanquecino.
Quemaduras de primer grado
Afectan a la capa más externa de la piel, la epidermis. La zona dañada presenta enrojecimiento y sensación de dolor.
Protocolo de atención
Será el mismo que en las quemaduras de 3 grado: contacto continuo con nuestro cliente a las pocas horas de la incidencia, transcurridas 24 horas y en las semanas posteriores
Estos dos tipos de quemaduras son similares en su curación y, por regla general, si no presentan síntomas de infección se pueden tratar en el domicilio siguiendo estas indicaciones:
Limpiar la zona afectada con agua del grifo a temperatura ambiente, agua destilada o suero salino.
Secar la zona a pequeños toquecitos, nunca frotando.
Aplicar una crema con aporte hidratante y regenerante en el área afectada para restaurar la humedad o si se considera necesario cremas con aporte de corticoides (Silvederma o similares).
Si fuera necesario, porque la zona afectada presenta ampollas o eritema doloroso, cubrir con apósitos adaptables que no tengan adherencia en la piel lesionada, siendo recomendados los apósitos hidrocelulares (Allevyn o similares).
Cambiar estos apósitos diariamente, en caso de apósitos normales, o regularmente si son hidrocelulares (dependiendo de las indicaciones del prospecto), siguiendo el proceso de limpieza e hidratación anteriormente comentados.
Cuando el área yo no presente ni ampollas, ni síntomas de dolor superficial ya no será preciso mantenerla cubierta y es momento de hidratarla lo máximo posible.
Una vez llegado a este último paso en la curación, es aconsejable que acudan a nuestro negocio, para realizar una diagnosis del estado de la piel.
Las quemaduras por criolipólisis de 2º Grado y 1º grado no suelen dejar ni cicatrices, ni manchas en la piel, no obstante, en nuestros centros disponemos de multitud de tratamientos que pueden acelerar el proceso de regeneración, tanto manuales: peeling, ácidos… como con aparatología: microdermoabrasión, radiofrecuencia… Es muy importante que nuestro cliente se sienta atendido en todo momento.
En este artículo hemos hablado de una consecuencia poco común de la criolipólis causada, generalmente por un error humano o técnico, pero nos gustaría recalcar que es una técnica efectiva y segura.
Teniendo un buen conocimiento de la técnica (diagnosis, protocolo de trabajo, personalización de los parámetros…) Es una de las terapias hoy en día más eficientes en remodelación corporal.